Además de las patentes relacionadas con el reloj inteligente, para el que ya se ha registrado la marca iTime, Apple también ha patentado una curiosa pantalla flexible, aunque para definirla mejor se debería llamar, plegable, que permitiría un nuevo tipo de interacción con sus futuros dispostivos.
Antes de comenzar, hay que señalar que Apple no ha sido la primera en investigar y patentar una idea de pantalla plegable. Su eterno rival, Samsung, ya ha presentado varias patentes e incluso un proyecto de tablet con capacidad de doblarse sobre si mismo.
El acercamiento de Apple es similar a este tipo de pantallas y en su última patente en la USPTO, la oficina de patentes y marcas estadounidense, muestra una propuesta de dipositivos, tanto tablets como smartphones, con pantallas flexibles que partiendo de una bisagra central pueden plegarse o doblarse para ofrecer diferentes funcionalidades.
Una de ellas crearía una doble pantalla que permitiría el uso del mismo dipositivo, por ejemplo para un juego como “Hundir La Flota” por parte de dos usuarios al mismo tiempo. En otro sentido, se podría doblar también en la otra dirección para crear un dispositivo cóncavo que ofrezca una mejor ergonomía del dispositivo en diferentes posiciones.
Como de costumbre, Apple patenta muchas cosas, y en los últimos tiempos también hemos visto pantallas flexibles con paneles de carga solar, desde hace unos meses, es persistente el rumor de que Apple está interesado en las pantallas flexibles e incluso se ha llegado a decir que el iPhone 6 contaría con una de este tipo tanto recientemente, como hace ya más de un año. Hasta se ha llegado a barajar la posibilidad de un iPhone que al desplegarse se convierta en iPad. Sin embargo, quizás tenga más posibilidades el uso de este tipo de pantallas en sus inminentes wearables, es decir, el iWatch o iTimes, como una forma de adaptarlos mejor a la muñeca y aumentar sus posibilidades.
Sea como fuere, habrá que seguir esperando ya que el sistema de patentes de EE.UU. es muy diferente al europeo, propiciando que se registren en el muchas más ideas que prototipos o productos reales finalmente – lo que provoca también mucho más atasco judicial en las batallas de patentes que tantas veces protagoniza también la empresa de Cupertino -.