Siempre nos resulta curioso a la vez que interesante el ver el desglose del coste de los dispositivos. En este caso vamos a hablar del nuevo Samsung Galaxy S5, cuyo coste de fabricación se ha estimado en unos 256 dólares. Teniendo en cuenta que el precio de venta del terminal es de unos 660 dólares, quiere decir que el margen de beneficios de Samsung es de aproximadamente un 60%.
El estudio del coste de los componentes ha sido realizado por la empresa IHS, y a raíz de la publicación de éstos, Samsung se ha negado a realizar comentarios. Andrew Rassweiler, uno de los analistas encargados de esta investigación de IHS, dijo que “La conclusión que sacamos es que Samsung ha comenzado a utilizar piezas de mayor calidad. Anteriormente, sus teléfonos “buque insignia” que vendían por unos 600 dólares costaban unos 200 de fabricar, y ahora el coste está ya por encima de los 250 dólares”.
El componente más caro del Samsung Galaxy S5 es la pantalla, cuyo coste asciende a los 63 dólares, seguido de los chips de memoria DRAM y Flash, fabricados por la propia Samsung y cuyo coste es de en torno a 33 dólares.
Un dato curioso es que el sensor de huellas del Galaxy S5 tiene un coste de tan solo 4 dólares. Si lo comparamos con el sensor que Apple utiliza en su iPhone 5S, cuyo coste es de 15 dólares, vemos que Samsung ha ahorrado un buen puñado de dinero ahí. Hay que tener en cuenta que el buque insignia de Apple tiene un coste de fabricación total de 199 dólares, 57 dólares menos que el Galaxy S5.
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