Ignite es la palabra mágica que suena alrededor de estos dos FIFA 14. El de PS4 y el de Xbox One, que no se han querido quedar en una simple adaptación de los juegos de PS3, Xbox 360 y PC y que dan un salto hacia la nueva generación de verdad. Sin cortarse un pelo.
El caso es que cuando Electronic Arts no dijo que las versiones que saldrían en noviembre, las de PS4 y Xbox One, iban a ser distintas, evidentemente nos esperanzamos de ver un salto cualitativo en los juegos de fútbol, grandes esperados todos los años y que vienen triunfando (unos y otros) desde que existen los videojuegos.
Como en el caso del análisis de Assassin’s Creed Black Flag para PS4 y Xbox One, no vamos a contar las cosas que ya conocéis, como son los modos, etc., sino que vamos a enumerar los grandes cambios que hay en estas dos versiones. Por decirlo de alguna manera, aquél primer análisis y este se complementan, hacen uno solo y si no lo leíste en su día, es recomendable consultarlos a la vez.
Si queréis volver a leer el análisis de FIFA 14 para PS3, Xbox 360 y PC, pinchad aquí.
Acércate para verlo bien
FIFA 14 y su nuevo motor Ignite tienen dos noticias que darte: una buena y otra mala. La pimera es que técnicamente el juego se nota mucho mejor acabado en todo, en complejidad de los modelos de los jugadores y sus texturas, en la reproducción del estadio y el público o incluso en detalles tan ‘tontos’ como las vallas publicitarias, a las que se les ven hasta los tornillos en sus bordes. ¡Una pasada! La segunda noticia, la mala, es que esto no lo veréis a simple vista durante los partidos, más allá de una evidente suavidad, ya que os tendréis que acercar mucho para verlo. Más que nada, u os metéis en las repeticiones o no vais a disfrutar de todas estas maravillas.
¿Esto es bueno? Bueno, pues sí. Porque pocas veces habíamos disfrutado tanto del fútbol con este grado de detalle en todos sus elementos. Quedarse sólo con uno sería injusto y por eso no lo vamos a hacer. FIFa 14 en PS4 y Xbox One es absolutamente soberbio. No dudamos que estamos ante los primeros esbozos de lo que es capaz de dar la nueva generación, pero está claro que sin saber cuál es esa cota máxima, debemos tomar esto que nos trae EA Sports como un botón de muestra.
El juego es suave, se mueve con una fluidez espectacular y si algo se nota mientras jugamos los partidos es que el público parece otro. No sabemos qué les habrán dado a los que van al campo, pero tienen mucha más presencia que en las versiones de PS3 y Xbox 360 o PC: ahora acompaña la jugada, sube el volumen de sus cánticos y notamos que una jugada de peligro viene simplemente con ver cómo se van levantando de sus asientos a medida que el balón se acerca a la portería.
Para que os hagáis una idea del grado de detalle del juego, se nota la hierba saltar cuando tocamos el balón, o le hacemos una entrada al contrario, o también pueden verse los pliegues de la camiseta moverse en función de lo que hace el futbolista. Por decirlo de una manera gráfica, mientras en las versiones de FIFA 14 sin Ignite las camisetas son en sí mismas el modelo del jugador, en la ‘next-gen’ ya no, los jugadores llevan sobre sus cuerpos poligonales otra capaz más que es la equipación. O esa sensación da. Camiseta, pantalón y medias se mueven, se suben y se bajan en función de lo que hacemos y le confiere al juego un realismo brutal.
Pero ya os decimos que para ver estas cosas hay que acercarse mucho. Pero mucho, mucho y con una cámara televisiva pasarán desapercibidos.
Los jugadores reaccionan mejor
Los movimientos de los jugadores han sido sensiblemente mejorados, sobre todo en lo que tiene que ver con los choques, cómo bracean y la forma de protegerse cuando van al choque. Esto sí se ve durante la partida, como también la nueva realización televisiva de los momentos más interesantes.
Este ya fue un aspecto que nos contaron en la presentación del juego antes de su lanzamiento y es visible desde que marcamos el primer gol. Los planos que muestra el juego están inspirados en los de la televisión y van desde la celebración del equipo, a un primer plano del portero con cara de circunstancias o un encuadre general del estadio celebrando brazos en alto la consecución del tanto.
Hay un detalle que también ayuda al fluir de cada partido y es que la acción no se interrumpe nunca (salvo que nosotros queramos). En este FIFA 14 con Ignite, cuando hay un córner o un saque de banda, el juego no sufre una elipsis que acorta el momento que el jugador va a sacar y el instante en el que ya le vemos dispuesto a hacerlo. Ahora todo es seguido, vemos cómo Isco o Pedro van andando hacia la esquina, cómo cogen el balón, lo colocan y ya entonces sí podemos hacer el saque.
Pensaréis que se pierde mucho tiempo, pero es justo al revés. No sólo no lo parece sino que le da a FIFA 14 un aire mucho más real.
FIFA 14 es mucho más en ‘next-gen’
Ignite ha cumplido su objtivo de colocar a la saga en la senda de la nueva generación y lo hace con soltura, con mucho realismo y con una suavidad que, imaginamos, será por los 60 fps que tan de moda se han puesto de un tiempo a esta parte.
El juego es idéntico en sus muchas opciones (salvo lo del Ultimate Team Legends exclusivo de las Xbox) y si sois de los que le dais al multijugador, como los datos de vuestro historial estarán guardados en servidores que están muy lejos de vuestras casas, podréis retomarlo sin problemas en PS4 o Xbox One desde PS3 y Xbox 360. Así que miel sobre hojuelas, ¿no?
Si habéis comprado el juego en PS3 y Xbox 360 recordad que lo tenéis más barato, y si encima os habéis hecho con la edición Day One de Xbox One, pues lo tendréis regalado por cortesía de EA y Microsoft. Pero si no lo tienes en ningún formato y estás pensado qué hacer con los juegos de fútbol de cara a estas navidades, no lo dudes, vete a por él por que es el mejor que hay. “Y el único”, me contestaréis. Pues si, pero en este caso, aunque la competencia no exista, es además el mejor juego de fútbol que hayan visto nuestros ‘consoleros’ ojos jamás.
Vídeo del juego
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