Ha sido la página de noticias DigiTimes la que ha destapado la información aludiendo a fuentes cercanas a Google. Así, dado que Android 4.0 Ice Cream Sandwich va a tener su momento durante el segundo trimestre del año, parece que la siguiente versión, denominada Jelly Bean, hará su aparición en el tercer trimestre.
Antes de hablar de una versión, la 5.0, que aún está en desarrollo, tenemos que decir que el momento de Ice Cream Sandwich aún no ha llegado realmente. Según DigiTimes, Android 4.0 está tan solo en un 2 ó 3% de terminales inteligentes, aunque el seguimiento en línea de la mencionada versión incluso podría rebajar la cifra hasta un 1,6% de smartphones. Por tanto, su comienzo ha sido muy lento, pero por fin parece que los terminales de Samsung, HTC, Sony y otros fabricantes están listos para Android 4.0. HTC ya ha anunciado sus tres primeros terminales ICS (One X, One S y One V), así como una larga lista de equipos que recibirán la actualización (aunque no hay fecha concreta para cada uno de ellos y se puede demorar muchos meses). Sony también tiene un par de equipos con Gingerbread preparados para Ice Cream Sandwich y Samsung ha hecho lo propio con su Galaxy S II, además de que estamos esperando la llegada del S III para abril o mayo que ya vendrá con la última versión implementada.
Jelly Bean
A principios de este mes, Asus confirmaba la versión 5.0 conocida como Jelly Bean. Así, mientras el vicepresidente Benson Lin hablaba de la capacidad de la compañía para ofrecer de forma rápida y efectiva las actualizaciones de sus dispositivos, dejó caer algo de información sobre la próxima versión de Android: “una vez que tengan (refiriéndose a Google) Android 5.0, creo que habrá una alta probabilidad de que estemos en la primera oleada (de fabricantes) que ofrezca la actualización a Jelly Bean”. La cuestión ahora es saber si el rápido cambio de versiones del sistema puede afectar de alguna manera poco saludable a todo el ecosistema Android. Entendemos que cuando más evoluciona el sistema, más fácil es la migración de una versión a otra, hasta que lleguemos a un punto donde todo lo que está en nuestro teléfono se quede tal cual y no tengamos que, por ejemplo, volver a descargar aplicaciones o a reorganizar nuestras pantallas de inicio. Por supuesto, gran parte del esfuerzo de estas nuevas versiones van encaminadas a optimizar los recursos energéticos del terminal.
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