La censura ha ido incrementando su presencia en Internet según se ha expandido el acceso a la Red. Muchos países realizan prácticas muy restrictivas para controlar los flujos de información e interacción entre sus ciudadanos. Mientras, en nuestro país los últimos Gobiernos han dado peligrosos pasos en nombre de la defensa de los derechos de autor.
El 12 de marzo ha sido declarado el Día Mundial contra la Censura en Internet. Con motivo de la celebración de este día que busca acabar con uno de los grandes obstáculos para el desarrollo de las libertades y los derechos en la Red, la organización Reporteros sin Fronteras ha hecho pública su nueva lista de "Enemigos de Internet" y "Países bajo vigilancia". Con su informe pretende denunciar los intentos de numerosos gobiernos por controlar el flujo de información en Internet así como denunciar que son más de 120 los activistas de la Red que están en la cárcel a día de hoy.
El informe se centra en países en los que existen numerosos "problemas de acceso, un alto grado de filtro, el rastreo de los ciberdisidentes y la propaganda digital". "A medida que la censura y el filtrado intensifican la fractura en la Red y la segregación digital, la solidaridad entre los defensores de una Internet libre y accesible para todos es más vital que nunca para construir y mantener puentes entre internautas, y para garantizar que la información sigue fluyendo", afirma RSF.
Arabia Saudí, Birmania, China, Corea del Norte, Cuba, Irán, Uzbekistán, Siria, Turkmenistán y Vietnam (así como Bahréin y Bielorrusia desde este año) son ejemplos de países donde la censura se ejerce a gran escala en Internet, pero la organización también tiene críticas para los "países supuestamente democráticos". A estos les acusa de adoptar "medidas desproporcnadas para proteger los derechos de autor" o "en nombre de la seguridad".
Operadores como policías de Internet
Por desgracia, aunque no es señalado de forma clara, España es uno de estos países. "Aumenta la presión sobre los proveedores de tecnología, alentados en algunos países a desempeñar un papel de policía en la Red. Las empresas de seguridad se convierten en los nuevos mercenarios de una auténtica carrera armamentista online. Los hackersactivistas ayudan con su experiencia técnica a los cibernautas atrapados en las garras de un aparato represivo. Los diplomáticos también entran en juego", asegura RPS en su comunicado.
¿A qué nos suena todo esto? A la ley antidescargas española, también conocida como Ley Sinde-Wert. En nombre de la protección de la propiedad intelectual en la Red, se aparta del proceso de cierre de páginas web a los jueces, de modo que la responsabilidad de una decisión tan importante como cerrar una página recae en un organismo administrativo. La puerta de la censura está abierta de lleno con este tipo de legislaciones, ya que con la excusa de la protección de los derechos de autor se pueden perseguir desde blogs a webs que distan mucho de las páginas de enlaces, las cuales, por cierto, habían sido declaradas legales por la Justicia española en numerosas ocasiones.
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