El conflicto actual parece ser más profundo que una simple diferencia de
posturas acerca de cómo tratar el acto delictivo de la piratería. Por
el contrario, parece acercarse más a una lucha de poder entre dos
industrias que buscan afianzar la supremacía del entretenimiento
mundial. ¿Hasta dónde llegará el conflicto?
Sigue el culebrón de la guerra contra la piratería. Las últimas
acciones de la comunidad de Internet en contra de la implementación de
las leyes americanas antipiratería han provocado reflexiones
interesantes. Por un lado la industria del entretenimiento con Hollywood
a la cabeza ve a Internet como una amenaza a su modelo tradicional. La
Red por otro lado, con Silicon Valley como abanderado, intenta que su
modelo no sea atacado. ¿Sólo puede quedar uno?
La batalla pasa por la influencia política
En países como Estados Unidos la presión política de los lobbies es
vital para mantener una posición privilegiada como industria. En
Hollywood no es nada nuevo, ya que lleva colaborando con el gobierno
americano desde hace décadas para mantener su posición dominante en el
planeta como industria de entretenimiento. Las embajadas americanas
trabajan estrechamente en el extranjero con la industria del cine y el
audiovisual. Esto que permitió establecer la posición privilegiada de la
que goza Hollywood desde hace más de 50 años. ¿Qué pasa ahora? Que en
los últimos años la industria de Internet también “compró” su parte en
este mercado de favores.
Algunos gigantes de la red como Google, Facebook o eBay llevan años
aumentando su influencia en Washington. Especial atención requieren los
datos de sus contribuciones políticas de los últimos años, que superan
incluso a las de la industria audiovisual “tradicional”. Esto crea un
evidente conflicto de intereses a la hora de legislar.
Washington y la encrucijada
Las voces en el Congreso contra SOPA-PIPA ya se hacen notar y por el
momento el gobierno americano parece haber aminorado la marcha para
estudiar las consecuencias. No cabe duda que una “guerra civil” entre
dos de los sectores estratégicos del país podría provocar un grave
impacto a la economía tanto nacional como mundial.
¿Terminará este conflicto beneficiando al que pague más dinero?
Es más que probable que la administración Obama trate de encontrar
una solución intermedia para salvar los muebles y mantener el statu quo
entre dos de sus motores económicos principales. Pero no parece tarea
fácil cuando el desarrollo imparable de uno supone el fin de la época
dorada del otro tal y como la conocemos.
FUENTE: www.adslzone.net
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