Los fabricantes de Android incluyen una serie de aplicaciones personalizadas, denominadas como bloatware, en sus smartphones y tablets que después pocos usuarios utilizan. Las diferentes formas de eliminarlo pasaban por rootear el dispositivo antes, aunque este no es un paso necesario para al menos, inhabilitarlo.
Cuando compramos un terminal Android, observamos que de fábrica tiene instaladas muchas aplicaciones, aplicaciones propias y personalizadas del fabricante en cuestión que según ellos, ofrecen una experiencia única. Lo cierto es que la gran mayoría de los usuarios no utiliza estas herramientas y preferiría eliminarlas, liberando la parte de la memoria correspondiente para otros fines. Además, suelen ser numerosas, por lo que acaban por afectar al rendimiento general del equipo, que sigue ejecutándolas.
Solo los dispositivos Nexus que nacen directamente en Mountain View y las versiones Google Play que la compañía americana saca al mercado de algunos modelos vienen sin esta carga adicional, lo que se refleja en un mejor funcionamiento del sistema. Google incluso estaría preparando un proyecto bautizado como Android Silver que tendría como uno de sus objetivos precisamente acabar con las aplicaciones de los fabricantes que según ellos perjudican la experiencia Android.
El problema es que no son fáciles de eliminar, y las posibilidades existentes actualmente para limpiar nuestro equipo tienen como requisito que esté rooteado, con las dificultades y problemas que esto puede acarrear. Si no quieres rootear tu terminal por las razones que sea, te contamos en las siguientes líneas una forma para inhabilitar el bloatware y que de esta manera, aunque siga presente, no afecte al rendimiento.
Seguramente muchos ya lo sabréis, otros habréis visto el menú y las opciones de a continuación pero no sabíais hasta qué punto puede resultar de utilidad. Debemos dirigirnos al menú Aplicaciones o en su defecto Gestor de Aplicaciones. Aunque puede variar según la interfaz del fabricante, encontraremos varios apartados en los que se nos muestran las aplicaciones descargadas, las que están en ejecución y un último donde aparecen todas, es aquí donde debemos situarnos.
Tenemos ahora que localizar aquellas aplicaciones que no utilizamos y pinchar sobre ellas. Veremos diferentes opciones, la primera“Forzar detención” mata temporalmente el proceso, puede utilizarse en caso de que la herramienta haya quedado bloqueada, tenga algún error o simplemente para reiniciarla por otra causa. Más abajo se presentan otras opciones para borrar los datos almacenados por la aplicación y borrar la memoria caché que utiliza. Cuidado con esto, porque hay algunas que guardan mucha información en la caché y si la eliminamos, volverá a descargarla, consumiendo parte de la tarifa de datos contratada.
Por último, tenemos la opción de o bien “desinstalar” la aplicación si se puede o en caso contrario de “Inhabilitar”. Casi todas las del fabricante solo ofrecerán esta segunda vía, si pinchamos, no la eliminaremos, seguirá ocupando un valioso espacio en la memoria, pero al menos no seguirá ejecutándose, liberando de esa carga al dispositivo. Hacemos esto con todas las que creamos conveniente.
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