Microsoft busca dar un nuevo espaldarazo a Xbox One. La consola Next Gen podría ver aumentado su rendimiento muy pronto según los planes de la compañía, que pretende reducir la cantidad de potencia que habitualmente destina al sistema operativo y a otros procesos.
Considerada una de las voces más representativas de la industria de los videojuegos, Pete Dodd ha asegurado a través de Twitter que Microsoft ultima la reducción del porcentaje que la GPU de Xbox One destina a su sistema operativo y otros procesos de cara a ofrecer un mejor rendimiento gráfico en sus juegos.
En la actualidad, el 80% de la potencia de la GPU de la consola puede ser aprovechada por los juegos, quedando el 20% restante para su sistema operativo y otras funciones. Con el cambio que prepara la compañía estadounidense, este último porcentaje se reduciría al 10%. A su vez, esta cantidad se dividiría en un 2% que se destinaría a las funciones de voz y el 8% que sería utilizado por los desarrolladores para otras tareas.
Por el momento el gigante estadounidense no ha confirmado esta posibilidad pero desde el sector se da por hecho. No en vano, hace unas semanas ya se apuntó a esta opción de cara a intentar reducir la brecha que le separa ligeramente de la otra consola Next Gen del mercado y gran rival, PlayStation 4.
La noticia llega apenas unos días después de los resultados financieros de la compañía en el último trimestre de 2013. En ellos se pudo comprobar la buena acogida que ha tenido por ahora su última consola, que a fecha de 11 de enero había vendido 3,1 millones de unidades en todo el mundo frente a los 4,5 millones de PS4. La diferencia de precio entre ambas se estima como la gran ventaja de la consola de Sony en esta primera batalla dentro de la nueva generación.
Habrá que ver si una mejora como la citada en el rendimiento de la sucesora de Xbox 360 y una posible y rumoreada reducción en su precio durante 2014 provocan que las distancias en ventas entre ambas se acorten.
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