Fue un movimiento de última hora. El sorprendente anuncio de Sony en el E3 sobre el precio de PlayStation 4, 100 dólares/euros más barata que Xbox One, fue una decisión tomada en las horas previas a la presentación de la nueva consola, según detalla un informe. El precio inicial iba a ser igualmente de 499 dólares/euros pero decidió sacrificar la cámara incluida en el pack para hacerla más barata que su rival.
Lo que parecía un secreto a voces viene a confirmarse. Según un informe al que ha tenido acceso IGN y reflejado por CNET, la intención de Sony era lanzar PS4 por 499 dólares/euros. La idea de la compañía nipona pasaba por ofrecer una experiencia similar a la de su rival incluyendo la cámara con características similares a Kinect, pero en el último momento cambió de postura.
La revelación del precio de Xbox One en la conferencia de Microsoft en el entorno del E3 fue vista como la oportunidad perfecta para golpear primero. La compañía estadounidense empañó un acto de lo más lustroso y llamativo con la confirmación de 499 dólares/euros como precio con el que saldría al mercado a finales de año. Consciente de la reacción adversa que ello generó entre usuarios, medios y expertos, Sony optó por modificar sobre la marcha un plan inicial el cual nunca estuvo cerrado al 100%.
Apenas unas horas después, también en la ciudad de Los Ángeles, la firma despertó una ovación entre los asistentes a su evento cuando anunció que PlayStation 4 se estrenaría por 399 dólarse/euros. Ello, unido a la decisión de no obligar a los usuarios a jugar conectados a Internet, la ausencia de trabas para los juegos de segunda mano y el no bloqueo por regiones inclinó la balanza en el evento californiano y todos dieron por ganador de este primer combate en la Next Gen a PS4.
No obstante, este as en la manga podría ser consecuencia también de una política pensada con antelación. El hecho de incluir un sistema de detección LED en el nuevo DualShock 4, el mando de PS4, provoca que el dispositivo sea menos dependiente de la cámara a la hora de ofrecer nuevas formas de jugar que lo que sucede con el mando de Xbox y Kinect. De este modo, Microsoft sí se vio obligada a incluir el periférico para ofrecer esta experiencia mientras Sony no tenía esta obligación.
Así pues, aunque ya sabíamos que Kinect era lo que encarecía a la nueva Xbox, se confirmaría que el movimiento de Sony se realizó a escasas horas de la presentación, lo que no deja de llamar la atención en un sector de tamañas proporciones como es el de los videojuegos, donde se presupone una mayor capacidad de planificación a las grandes compañías.
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