El final de esta semana está trayendo novedades para todos los usuarios de Apple. Además de los nuevos iPad, la compañía ya ha lanzado iOS 6.0.1 como contamos ayer. Sin embargo, algunos usuarios nos preguntaron sobre la actualización vía OTA. ¿Qué es? ¿En qué se diferencia con la actualización estándar vía iTunes? A continuación te lo contamos.
Actualización mediante iTunes
Hasta iOS 5, un dispositivo iPod, iPad o iPhone se actualizaba únicamente mediante iTunes conectado mediante USB. Al conectarlo al ordenador y ejecutarlo, el programa realiza los siguientes pasos:
- Identificar el tipo de dispositivo conectado y el software que ejecuta
- Identificar si es un dispositivo sincronizado con la biblioteca iTunes. Ya sabéis que, teóricamente, el dispositivo solo se puede sincronizar con una única colección multimedia. Si es un dispositivo reconocido, continúa con el siguiente paso.
- Contactar con el servidor de actualizaciones de Apple y consultar si existe versiones de software superiores al instalado. En caso afirmativo, pregunta al usuario si desea actualizar, y si éste lo confirma, iTunes comienza a descargar el fichero con la nueva versión de iOS completo.
¿Cuál es el problema de esto? Cada versión del sistema operativo iOS ocupa una media de 700 megabytes, lo cual puede resultar tedioso para descargar sobre una conexión lenta (o, como suele suceder cuando se lanza una actualización, que estén sobrecargados los servidores de descarga de Apple). Lo positivo es que el dispositivo se puede seguir utilizando hasta que iTunes está preparado para actualizar.
Una vez que está descargado el archivo, el programa sincroniza el dispositivo con la biblioteca local y procede a hacer una copia de seguridad. A continuación, restaura el dispositivo con la nueva versión de iOS (en este punto, el dispositivo no tiene nuestro contenido). Cuando ya está instalado, iTunes procede a restaurar la copia de seguridad para dejarlo exactamente igual que antes.
¿Qué es una actualización delta? ¿Qué tiene que ver con OTA?Aunque el proceso es hermético y apenas da problemas, a nada que el dispositivo tenga una alta capacidad y, además, tenga una ocupación de memoria importante, el proceso de actualización y sobre todo restauración de datos puede resultar largo. Por ello, Apple introdujo con iOS 5 las actualizaciones delta.
La actualización delta es aquella que sólo incluye las rutinas de código que han sido modificadas en vez del programa completo. Esto en iOS supone una reducción del archivo de descarga entre un 80-90% en el mejor de los casos. Sin ir más lejos, en un iPhone 5 (GSM/LTE internacional) la actualización a iOS del tipo delta ocupaba aproximadamente 70 megabytes.
Esto trae dos ventajas: la más evidente es el tamaño inferior que permite obtener la actualización en menor tiempo. Por otra parte al obtener solo las rutinas de código cambiadas la actualización es incremental; no se reinstala todo el sistema sino que se aplican los cambios directamente sobre la versión actual. En resumen: menor tiempo de descarga y más rápido se aplica la actualización.
Esto abre la posibilidad a que el dispositivo se actualice de manera autónoma. En la jerga tecnológica esto se conoce como OTA (Over-the-air), o traducido al castellano, “por el aire”, refiriéndose a que ya no es un requisito engancharlo al ordenador.
Por lo tanto, para actualizar un dispositivo de Apple disponemos de dos maneras: una rápida y autónoma vía WiFi, y una completa mediante iTunes. El resultado es exactamente el mismo. Y si te estás preguntando por qué el gestor multimedia no actualiza vía delta, la respuesta es sencilla: siempre hay que tener una manera de poder restaurar por completo el dispositivo en caso de problemas. Si solo hubiese una actualización delta, sería imposible reconstruir el sistema operativo si se estropea alguna parte no incluida en la actualización incremental.
Fuente | ||
|
0 comentarios:
Publicar un comentario