Hoy os volvemos a traer un interesante análisis realizado a la última entrega de la saga Assassin’s Creed y en el cual se enfrentan multitud de tarjetas gráficas AMD y Nvidia, por lo que podemos evaluar el rendimiento ofrecido por las gráficas de la generación actual y también de las pasadas generaciones. Adicionalmente también se muestra el rendimiento de varios procesadores Intel y AMD bajo una misma gráfica, que en este caso es una GeForce GTX 690.
Anteriormente ya hemos comentado el rendimiento que ofrecen diversas tarjetas gráficas tanto de AMD como de Nvidia con los juegos Call Of Duty Blackl Ops II y también con Hitman Absolution. Siguiendo en la misma linea, ahora le toca al juego Assassin’s Creed III, la última entrega de esta apasionante saga de asesinos.
En este test se enfrentan un total de 35 tarjetas gráficas, tanto de las generaciones actuales Kepler y Graphic Core Next, como de anteriores generaciones de Nvidia y AMD, como las GTX 500 Series o las AMD Radeon HD 6000 Series entre otras. El procesador empleado es un Intel Core i7-3930K funcionando a 4.8Ghz, junto con una placa base MSI X79A-GD65, 8GB de memoria RAM DDR3-2400Mhz y un SSD OCZ Vertex 3 de 120GB. Para las tarjetas gráficas Nvidia se han empleado los controladores GeForce 310.61, mientras que para las gráficas AMD Radeon los Catalyst 12.11 V8.
Veamos el rendimiento de las tarjetas gráficas probadas bajo Assassin’s Creed III a una resolución de 1920×1080 píxeles.
Tal y como se puede comprobar al emplear una configuración de pantalla en resolución FullHD, Assassin’s Creed III es jugable con tarjetas gráficas que ya tienen bastante tiempo en el mercado, como las GTX 470 y la Radeon HD 5870. En la primera posición se encuentra la GeForce GTX 690, seguida de la GTX 590, GTX 680 y AMD Radeon HD 7970 GHz Edition. También hay que mencionar el escaso rendimiento que ofrece la gráfica DualGPU HD 6990, esperamos que AMD lance muy pronto alguna actualización de sus controladores Catalyst para aumentar el rendimiento de la HD 6990, puesto que con las gráficas duales de Nvidia no hay ningún problema.
Turno para el rendimiento a nivel de CPU, todos los procesadores probados tienen el mismo denominador común, la gráfica GeForce GTX 690.
El procesador Core i7-2600K se hace con la primera posición, seguido del Core i5-2500K y el Core i7-3930K. Con el gráfico anterior se puede comprobar que el juego Assassin’s Creed III funciona bastante bien con procesadores de dos núcleos, pues el Core i3-2100 obtiene un buen resultado, por lo que con un procesador de gama media se puede jugar perfectamente.
Por último, veamos el consumo de memoria en las tarjetas gráficas monoGPU GeForce GTX 680 y AMD Radeon HD 7970.
Como se puede ver no hay ningún problema de consumo de memoria, tanto la GTX 680 como la Radeon HD 7970 no llegan a consumir toda su memoria, de hecho en resolución FullHD apenas llegan a consumir 1GB. La conclusión que sacamos es que se puede jugar perfectamente a Assassin’s Creed III con una configuración gamer de nivel medio, pues con un Core i5/i3 y una GeForce GTX 660 Ti no habría ningún problema. Gráficos cortesía de GameGPU.
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