Equipado con Ice Cream Sandwich y con un procesador de cuatro núcleos, el Samsung Galaxy S III es ya récord de ventas en Reino Unido. Una de las prestaciones más interesantes de este terminal es su cámara de 8 megapíxeles que, aunque tiene la misma lente y sensor que el Galaxy S II, se ha optimizado su software, mejorado la calidad de la imagen y añadido nuevas prestaciones.
Antes de entrar en materia y comentaros algunas de las nuevas características de la cámara del Samsung Galaxy S III, enumerar sus prestaciones físicas: 8 MP, flash de LED, capacidad para grabar vídeo en alta definición 1080p a 30 fps, geoposicionamiento, enfoque táctil, detección de cara y sonrisa, estabilizador de imagen, segunda cámara de 1,9 MP con grabación de vídeo a 720p a 30 fps y la posibilidad de hacer fotos mientras se graba en vídeo.
Lo primero que solemos hacer todos cuando tenemos un nuevo terminal en nuestras manos es personalizarlo. Bien, pues la cámara del Galaxy S III también permite cierto grado de configuración de su interfaz. Los cuatro iconos que se encuentran en el lateral de la pantalla, cuando tenemos activada la cámara, se pueden cambiar según nuestras preferencias, incluso de posición. Lo único que hay que hacer es mantener pulsado el que queramos modificar y entonces aparecen las diferentes opciones disponibles. El sistema de arrastre es el elegido para realizar las modificaciones.
Otra de las modificaciones que introdujo Samsung en su Galaxy S II con respecto al S I es la incorporación del flash, un elemento que obviamente también se encuentra en el S III. La potencia de este elemento permite su uso en condiciones de poca luz, pero también a plena luz del día para, por ejemplo, como luz de relleno tanto para foto como para vídeo.
Sobre el zoom y la resolución
Todos los terminales inteligentes del mercado tienen una pelea entre introducir mejoras físicas sin aumentar el peso y el grosor. Una de las razones por las que no se introducen los zoom ópticos es precisamente esta, mantener el mínimo grosor posible. Por eso las cámaras de los smartphones actuales llevan todas zoom digital. Te animamos a que, en vez de meter zoom digital con la consiguiente pérdida de calidad de la imagen, te muevas tú y pienses en la composición de la foto antes de disparar.
Otro de los parámetros que tenemos que tener en cuenta antes de hacer una fotografía o grabar un vídeo, es el uso que vamos a hacer de esas imágenes. ¿Por qué? Pues porque la cámara del Galaxy S III, como la de cualquier terminal actual, permite el ajuste de la resolución desde los 0,3 MP a los 8 MP. No es lo mismo hacer una foto para mandarla por correo electrónico que para colgarla en Facebook (3,2 MP es suficiente) o hacer una copia en papel. Cuanto más pesada es la imagen más se tarda en procesar, cargar, enviar o recibir, además de ocupar más espacio en memoria.
En el caso de los vídeos, la idea es la misma. No es necesario grabar siempre en full HD (1080p) y menos si vamos a usar el archivo para publicarlo en una red social o si vamos a mandar un MMS. Así que hay que tener criterio antes de apretar el botón de disparo.
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