Sigue candente el debate en torno al futuro de la industria de los videojuegos, y cada vez cuaja más la idea de que estamos viviendo los inicios de una revolución interna, tal y como esgrimimos hace unos días, y que está provocando un arduo debate sobre el camino que ha de tomar o está tomando el sector. Y todo los indicios, por ahora, apuntan a una dirección: la desaparición del formato físico, del disco/cartucho que ha acompañado a la industria desde sus primeros pasos.
Las señales son claras. Por un lado, una cada vez mayor apuesta por la distribución digital de los juegos, tanto por parte de los usuarios como de las compañías, que incluso se atreven ya a lanzar sus últimos juegos sólo por descarga. Ejemplo claro es el gran I Am Alive de Ubisoft.
Esa cada vez mayor predilección por la eliminación del formato físico se aprecia igualmente en el sector que más está creciendo en los últimos tiempos: el de los smarphones y tabletas, cuyos títulos han prescindido desde el primer día de una distribución física.
Otra señal es la progresiva expansión, aún lenta, de las plataformas que te ofrecen títulos en nube, sin necesidad de descargar ningún tipo de juegos, y quizá, la que tiene más papeletas para convertirse en el verdadero futuro de los videojuegos, si la tendencia sigue por este camino, por razones que luego esgrimiremos.
Hasta aquí las pruebas reales y fehacientes que se pueden aportar para decantarse por la desaparición del formato físico. Ahora las hipótesis y teorías de lo que está por venir. Y en ello, no podría faltar una de las noticias de la semana. Porque la que podría dar el golpe de gracia definitivo sería la nueva Xbox 720, si se confirma la última información procedente de fuentes internas a Microsoft que hablan de la eliminación de lector de discos para su consola de próxima generación, tal y como os informamos en Gamerzona.
Capcom se une a ese futuro
Ello supondría una apuesta fuerte y quizá arriesgada a primera vista, aunque no tanto para una de las firmas clásicas dentro de la industria: Capcom. Porque la compañía japonesa, a más bien su vicepresidente senior de negocios, Christian Svensson, ha señalado que de aquí a cinco años el formato de discos y cartuchos desaparecerá totalmente: “Dentro de cinco años no tendremos discos de plástico en una caja”, y en su lugar “tendremos códigos”.
Ya os planteábamos la manera en que este proceso podría afectar a los puntos de venta tradicionales, siendo más difícil la adaptación para los pequeños establecimientos. Sin embargo, Svensson no cree que ello vaya a afectar negativamente al sector, : “Las tiendas tendrán siempre un lugar en el futuro”, aunque sí que cambiará el modelo de compra-venta que hoy conocemos.
Principales obstáculos por el camino.
Parece pues, que la apuesta por el futuro está clara. Sin embargo surge alguna duda: ¿Se producirá tan pronto? Svensson lo tiene claro: “Creo definitivamente que sucederá muy rápido“. ¿Estamos preparado para ello? Pero sobre todo, ¿están o estarán nuestras consolas preparados para este futuro? El principal escollo que achacan los usuarios a la distribución digital única es, precisamente, la necesidad de descarga, lo que se podría convertir en un gran problema en caso de mala conexión, con esperas interminables (algo frecuente en nuestro país).
Pero, sobre todo, se esgrime un problema de memoria. Porque si actualmente un juego de gama media y alta posee un considerable tamaño, es lógico pensar que los que están por llega, y, sobre todo, los de la próxima generación de videojuegos para Xbox 720 y PlayStation 4, casi duplicarán el de los actuales. Entonces, ¿dónde colocar todos nuestros juegos? ¿Ofrecerán las consolas next-gen una capacidad de memoria suficiente como para albergar una buena colección de títulos? El recurso más esgrimido es, claro está, el de contar con algún dispositivo de memoria externa, lo que se podría traducir en una nueva inversión económica.
Ello lógicamente, supone un gran escollo para volcarse en un corto periodo de tiempo en la distribución digital y quizá también constituye el principal obstáculo para que smartphones y tabletas acaben por hacerse con el mercado: su limitada capacidad de memoria.
¿Un futuro sin distribución?
Pero aquí regresamos a las plataformas de juegos en nube. Cada vez son más los usuarios que utilizan servicios como OnLive o Gaikai, que te permiten acceder, previo pago, a todo tipo de juegos sin necesidad de descarga (todo está almacenado en una nube), y, por tanto, sin límite de memoria. ¿Está aquí el futuro? Obviamente aún le falta crecer, especialmente en cuanto a títulos, y mejorar su servicio, pero parece la opción más factible si el formato físico, finalmente, desaparece.
Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Creéis realmente cercano el final del formato físico? ¿O quedan más de cinco años para que se produzca (si es que se produce)? ¿El futuro pasa por el sistema de nube? ¿Lo implantarán las futuras consolas? Dejadnos vuestros comentarios y participad en nuestros foros.
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