La Justicia alemana ha declarado legal a Rapidshare en una reciente sentencia. Sin embargo, entre las imposiciones a este cyberlocker para evitar convertirse en un foco de piratería se le obliga a monitorizar los sitios web que enlacen a los contenidos que albergue y que infringirían la propiedad intelectual.
Hace tan sólo una semana nos hacíamos eco de la imposición a Rapidshare para que filtrase todo el contenido que los usuarios albergasen en sus servidores. El objetivo de la medida dictada por un tribunal alemán no es otro que evitar las infracciones de la propiedad intelectual en forma de archivos en el famoso servicio de alojamiento y descargas directas. Días más tarde conocemos la sentencia definitiva del Alto Tribunal de Hamburgo en el conflicto que le enfrentaba con el grupo defensor de las discográficas, GEMA.
La Justicia germana ha reconocido que el modelo de negocio de la plataforma suiza es perfectamente legal, tal y como recoge el conocido portal Torrentfreak. A diferencia de lo que se perfilaba hace unos días, la sentencia exime a Rapidshare de la obligación de monotorizar los archivos subidos por sus usuarios. Sin embargo, la compañía tendrá que hacerlo con los sitios externos que enlazan a contenidos con derechos de autor y asegurarse de que estos archivos quedan inaccesibles.
Alexandra Zwingli, CEO de Rapidshare, ha aplaudido en parte la decisión. "Eso es lo que Rapidshare lleva haciendo durante años. Si nuestro equipo Anti-Abuso identifica un enlace de descarga de páginas que han estado publicando ilegalmente contenidos en los servidores de la compañía, el archivo en cuestión es inmediatamente bloqueado", explica Zwingli.
La transformación de Rapidshare
En cualquier caso, en los últimos meses las páginas de enlaces han evitado enlazar a contenidos alojados en Rapidshare por la política emprendida por el cyberlocker con el fin de evitar alojar archivos con derechos de autor y colaborando activamente con la industria cultural y del entretenimiento. La más polémica de ellas se conoció el mes pasado, cuando decidió limitar a 30 Kbps la velocidad de descarga para los usuarios no registrados. "Estamos tomando este tipo de medidas por cuenta propia porque tenemos un gran interés en que nuestro servicio permanezca limpio", asegura su CEO. A pesar de todo, desde Rapidshare no están conformes por completo con la decisión judicial y apelarán al Tribunal Supremo alemán para clarificar la obligación de monitorizar sitios webs externo, algo que cree "cuestionable desde el punto de vista legal".
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