Una investigación internacional en la que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto una técnica para grabar información que no requiere el uso de campos magnéticos. El mecanismose basa en un golpe de calor que altera el estado de equilibro de los componentes básicos del imán (espines) y funciona 100 veces más rápido que la grabación magnética tradicional.
Un equipo de científicos, liderado por investigadores de la Universidad de York (Reino Unido), que cuenta con la participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha descubierto una técnica para grabar información que no requiere el uso de campos magnéticos.
La nueva técnica, descrita en la revista Nature Communications, utiliza un golpe de calor para desestabilizar el equilibrio magnético del imán y cambiar su polaridad. El investigador del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid del CSIC, Unai Atxitia, que ha participado en la investigación, explica: "Durante siglos se ha creído que el calor sólo podría destruir el orden magnético".
La nueva técnica no sólo altera este paradigma, sino que, además, resulta mucho más eficiente que los métodos tradicionales de grabación magnética. El pulso de calor necesario para alterar el equilibro del espín se aplica en varios femtosegundos (la milbillonésima parte de un segundo) y el tiempo necesario para que se relaje y adquiera su nueva polarización es de varios picosegundos (la billonésima parte de un segundo).
Proceso 100 veces más rápido
Según Atxitia, "este proceso es 100 veces más rápido que latecnología que actualmente utilizan los discos duros, y puede almacenar terabytes de información por segundo". Además, el investigador del CSIC opina "el uso de calor consume mucha menos energía que el de un campo magnético".
Actualmente, la informática se basa en la grabación magnética para almacenar información. Estos datos se guardan mediante la aplicación de campos magnéticos que cambian la polarización de los espines. Dichos componentes pueden, por tanto, presentar uno de sus dos estados de imantación, cada uno de los cuales representa las dos variables del código binario: 0 y 1.
La nueva investigación, que se incluye en el VII Programa Marco, ha sido liderada por investigadores de la Universidad de York, ha contado con la colaboración del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid del CSIC, el Instituto Paul Scherrer (Suiza), la Universidad de Nihon (Japón), el Instituto de Magnetismo de Kiev (Ucrania) y la Academia Rusa de Ciencias y la Universidad de Nimega (Holanda).
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