Los últimos datos revelados sobre PlayStation 4, rebautizada por los medios como Orbis, han vuelto a poner en primera plana el debate sobre los juegos usados. La opción de bloquear la venta de títulos de segunda mano supondría un duro golpe para las cadenas de distribución y una opción demasiado arriesgada si Sony quiere mantener contenta a su comunidad de gamers.
Al menos eso es lo que opina Michael Pachter, uno de los principales expertos de la escena, acostumbrado a valorar y comentar los principales rumores de la escena. La posibilidad de que la nueva consola de Sony pudiera incorporar algún tipo de tecnología para capar los juegos usados ha sido desacreditada por el polémico analista en el portal GameIndustry. Según Pachter, dicha decisión podría enojar a las principales cadenas de tiendas y, por supuesto, a la amplia comunidad de consumidores: “Bloquear juegos usados no está entre los principales intereses de Sony y Micorsoft. Es algo que beneficiaría a EA y Activision, pero perjudicaría seriamente a GameStop“, y añadió: “Si Sony lo hiciera de forma unilateral creo que GameStop se opondría a apoyar su consola y las ventas de PS4 se verían muy afectadas”.
En este sentido, Pachter desaconseja a Sony caminar por cuenta propia. Del mismo modo, tampoco ve plausible que Microsoft y Nintendo terminen secundando la idea: “Si uno lo hace y los otros no, aquel que lo haga sufrirá importantes pérdidas en el mercado”, y agregó: “Ninguna es tan estúpida como para hacer esto de forma unilateral y tampoco lo suficientemente malvada como para hacerlo de forma conjunta”.
Un tema, cuando menos, peliagudo. No es la primera vez que se asoma el fantasma del bloqueo. La posibilidad de que los fabricantes de hardware decidan bloquear los juegos de segunda mano en la próxima generación de consolas ya pudo oírse en uno de los últimos rumores relativos a Xbox 720, la nueva consola de Microsoft. Dicha fuente afirmaba que esta plataforma podría incorporar algún tipo de tecnología contra los juegos usados.
Un tema cargado de polémica
Sin duda, una maniobra arriesgada y no exenta de polémica. Si a esta opción le añadimos la posibilidad de que Orbis no fuera compatible con títulos de PlayStation 3, es comprensible que los gamers comiencen a sentirse algo inquietos. Por otro lado, los defensores del blindaje y la no compatibilidad arguyen que controlar este mercado permitiría la supervivencia de la industria, sobre todo en tiempos tan complicados como los que estamos viviendo. Además, no se descarta que tiendas como GAME o GameStop pudieran llegar a firmar algún tipo de acuerdo con los fabricantes de consolas para vender códigos de activación de juegos y no verse perjudicados por esta medida.
¿Tú qué opinas?
Y tú, ¿crees que eliminar la venta de juegos usados es la solución al problema? Recuerda que puedes dejarnos tu opinión aquí o a través de los foros de nuestra comunidad, donde podrás discutir sobre este y otros muchos temas. Desde luego, se trata de un debate activo y sin aparente solución.
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